lunes, 14 de diciembre de 2009

DERECHOS EN INTERNET

Hace unos días se produjo una efervescencia en la constelación española de internet que trascendió de su espacio virtual al espacio físico.
Las declaraciones oficiales, las presiones de los grupos de creadores y editores de todo arte y tipología, así como de los opinadores "tradicionales", llegaron a tal nivel que consiguieron lo que no esperaban; los usuarios de la red se revolvieron y por primera vez saltaron al mundo físico para defender su/mi postura ante los embates de los que creyeron defender los derechos de todos.
Ha pasado un tiempo y parece que se ha calmado la efervescencia, pero sigamos vigilantes. Las acusaciones de aquellos no han desaparecido y ahora que saben de nuestra fuerza, intentarán atacar por detrás, usando las leyes para imponer sus criterios y dando pié a la administración a poner "vallas" para evitar que las ovejas queden sueltas a merced del lobo.
¿Qué ovejas y cuál lobo?
Como oveja llevo tiempo peleando con diferentes lobos (algunos con piel de oveja) dentro de la red, spam, publicidad engañosa, casinos virtuales, virus de todo tipo y ralea (risa me da la gripe A), y un catálogo completo de charlatanes que te lo venden todo a muy buen precio.
Durante este tiempo no ha venido nadie a luchar por mis derechos como internauta, nadie se ha preocupado de examinar ofertas de vuelos, cookies de paginas porno y lo que puedas imaginar, nadie ha encendido un debate como el actual para hacer de internet un lugar "seguro".
Como en el Far-West, te buscas un buen colt (antivirus y anti lo que sea) o intentas pasar desapercibido sin provocar a los que tienen más recursos y evitando problemas.
Pero resulta que ha llegado el dueño del bar, y quiere cobrar derechos por escuchar a su pianista, su banda y ver a sus coristas, y se enfada con los que entramos al bar pero no consumen.
Bien, sin duda podemos reconocerle sus razones, pero hay que trabajar en la manera de poder escuchar y ver lo que deseamos y no vulnerar los derechos del dueño del bar, porque proponer la horca (cortar conexiones y cerrar páginas) a los que entran en el bar no parece aceptable, y aunque tenga al mejor pistolero del pueblo, nosotros somos muchos y podemos dejar de beber y pasarnos al botellón. ¡Siempre podemos encontrar un "paki" para obtener bebida!
Tampoco quiero beberme toda una botella de güisqui, y lo escribo así, porque de muchas botellas apenas un chupito vale como whisky. Si me gusta el chupito pediré más o me compraré la botella, sabiendo que el del bar también tiene el general store; lo que será bueno para su negocio y me evitará problemas a mi.
Continuaré sufriendo a los lobos de todo tipo, buscaré ayuda y experiencia y la ofreceré a quién la pida; pero quiero paz, los pistoleros, caciques y jueces de la horca están fuera de lugar. John Ford nos dió una épica de una nueva sociedad mediante el cine, y podría entender que está naciendo una nueva sociedad virtual que se refleja en la física, y que la RED es un mundo nuevo que debe crecer creando sus costumbres que algún día serán normas o leyes pero que no vendrán impuestas por los políticos, empresarios y religiosos del antiguo mundo.
No quiero despedirme sin recomendar la lectura de LA CONTRA de La Vanguardia del pasado 12 de dieciembre donde se entrevista a Jeremy Malcom -coordinador de la mayor federación de consumidores de internet- y al que se califica de "Justiciero de la Red".
Es muy interesante y abre posibilidad a un diálogo racional entre las partes.

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