BIOTECNOLOGÍA: una aproximación

Los últimos contactos con personas ajenas a mi entorno profesional, y que me preguntaban por mi trabajo y en que sector estaba, me han llevado a replantearme si estaré dando la respuesta adecuada.

Hace años que vengo ofreciendo la misma frase: “trabajo en empresas de Biotecnología y la aplicamos al tratamiento de residuos y de aguas residuales.” La primera parte de la frase hace que mis oyentes abran un poco los ojos mostrando interés, pero los entrecierran con la segunda parte de esa respuesta.

¿Qué es lo que la mayoría de personas sabe sobre Biotecnología? y ¿qué es lo que no conocen?

Puedo decir que existe un glamour asociado a esta palabra que viene motivado por las muchas referencias que se hacen sobre Biotecnología en los círculos empresariales y políticos que buscan la innovación y el desarrollo de nuevas actividades industriales en forums, encuentros y ferias.

En muchos casos, se asocia al desarrollo de nuevos fármacos, aplicaciones médicas, cosméticos que actúan sobre nuestras células e incluso aplicaciones en materiales inteligentes; es decir, pensamos en industrias punteras que actúan como motores para tirar del resto de las industrias.

Visto así, puedo entender que consiga un interés evidente en la primera parte de mi frase, pero la perceptible decepción por el resto de la frase me produce una cierta tristeza; caer del pedestal apenas subido al mismo resulta frustrante.

Así que, tras recibir las mismas sensaciones muchas veces, voy a intentar explicar qué es, y que hago con la Biotecnología y para eso, nada mejor que usar las definiciones podemos encontrar en la red:

Es la tecnología basada en la biología, especialmente usada en agricultura, farmacia, ciencia de los alimentos, medioambiente y medicina.

Conjunto de técnicas desarrolladas en los últimos años, en que se aplican los avances en genética y fisiología para nuevas aplicaciones industriales, agrícolas, clínicas o de tratamiento de residuos

Toda aplicación tecnológica que utilice sistemas biológicos y organismos vivos o sus derivados para la creación o modificación de productos o procesos para usos específicos.

Quizás las dos primeras sean las que me gustan más y es porque incluyen aquellos sectores en los que aplico esta tecnología: medioambiente y residuos.

El desarrollo de la biotecnología como resultado de la investigación y fabricación de productos con diversas aplicaciones, comienza a mediados del siglo XX; sin embargo, existían con anterioridad aplicaciones tan cotidianas como la fermentación del pan y de la cerveza empleando levadura.

Así llegamos a un punto interesante, no es una tecnología nueva, simplemente hemos desarrollado las técnicas ancestrales llevándolas a un estadio superior. Aprovechamos las capacidades de organismos vivos microscópicos (bacterias, hongos) o sus partes (enzimas), para, mediante técnicas biológicas de investigación y desarrollo de productos, mejorar nuestra calidad de vida.

Estos microorganismos actúan como pequeños obreros que, a cambio de comida (materia orgánica acumulada), trabajan en lugares difíciles, molestos o de acceso complicado para los seres humanos; las enzimas serían las herramientas utilizadas por esos obreros microscópicos. Los microorganismos, además, poseen una gran capacidad de reproducción –de cada individuo, a los 20 minutos, surgen dos- en condiciones normales de pH, alimento y temperatura; no olvidemos que son seres vivos.

Las enzimas son proteínas, bio-moléculas capaces de aumentar la rapidez de una reacción química. Se pueden encontrar en todos los órganos del cuerpo. Están presentes en los jugos gástricos, la saliva o la mucosa intestinal. Crean nuevas proteínas, transportan materiales dentro de la célula y realizan otras funciones celulares importantes. La coagulación de la sangre es un ejemplo del trabajo de las enzimas.

Ahora ya sabemos qué es la Biotecnología, y puedo explicaros cómo la utilizamos en el sector del tratamiento de los residuos y, por su aplicación, la incidencia sobre el medio ambiente.

Tenemos unos obreros microscópicos “dormidos” (en estado latente) con sus herramientas preparadas y almacenados en diferentes formatos (líquidos, polvos, granulados, pastillas) listos para ser usados en la degradación de la materia orgánica acumulada en diversos lugares: tuberías, drenajes, decantadores de grasas, fosas sépticas, depuradoras, lagunas, contenedores de basuras, plantas de compostaje. . .

Una vez identificado el problema –olores, atascos, grasas, fecales, algas, excesos de nutrientes, etc. – se aplican los productos más adecuados para solucionarlo, llegando al momento en que nuestros pequeños obreros son depositados en o cerca del lugar donde van a desarrollar su trabajo. Se activan con la presencia de humedad y las enzimas comienzan a degradar la materia orgánica de modo que ya tienen el alimento necesario para crecer y multiplicarse. A partir del inicio del proceso, los propios microorganismos van produciendo los enzimas necesarios (amilasa, proteasa, lipasa y otras) para seguir aumentando su número y así obtener unos resultados que perduran durante un tiempo (horas, días, semanas) facilitando los trabajos de limpieza y mantenimiento de los equipos e instalaciones que antes he señalado.

- Resumen del proceso:

Los microorganismos se multiplican y liberan enzimas.
Los enzimas descomponen la materia orgánica en elementos que puedan ser degradados por los microorganismos.
Los microorganismos se multiplican y crean una población que garantiza la degradación permanente de las nuevas materias orgánicas.

Una vez en marcha el proceso, se van aplicando nuevas dosis de producto cada cierto tiempo, de modo que vamos “rejuveneciendo” la población de microorganismos y garantizamos su efectividad.

La actividad humana habitual genera muchos residuos orgánicos, tanto a nivel doméstico como industrial, y la acumulación de estos residuos provoca problemas de contaminación en suelos, aguas y cielo. Pero ahora ya sabéis que la biotecnología puede ayudar a rebajar los niveles de contaminación y mejorar el medio ambiente.

La próxima vez que nos veamos podremos hablar de cómo unos “bichitos” ayudan a limpiar los ríos.

Ha sido un placer explicarlo, gracias por vuestra atención.